Cruz Roja Argentina

Con gran orgullo, participamos en el cambio de la imagen institucional de la Cruz Roja Argentina. Con una gran inversión en infraestructura y servicios, logramos mejoras sustanciales en el uso de sus instalaciones, a través de un plan que fue creciendo a medida que avanzaban las reformas, se concretaban las obras y se cumplían los objetivos con la satisfacción de ambas partes.

Sede Central

Trabajar en un edificio histórico del corazón de la ciudad de Buenos Aires era todo un desafío. Este reto se acrecentaba si tomábamos en cuenta que ya habían existido allí, remodelaciones anteriores. Y que las mismas se habían realizado sin seguir los lineamientos generales de la obra original. 

Todos estos puntos generaban una desconexión particular, además de las muchas dificultades de funcionamiento entre las distintas áreas, el mal estado general del edificio, un gran hacinamiento de gente, y cierto caos por el despliegue de diversas áreas funcionales en una misma oficina. 

Los problemas de un edificio de estas características no podían ser abordados al mismo tiempo. Era necesario trazar un estudiado plan de obras por etapas para no interrumpir las tareas que allí se desarrollaban. 

Todo comenzó con la construcción de la pieza fundamental del proyecto: una atrevida e inédita escalera triangular para conectar los distintos pisos de ambos edificios y, al mismo tiempo, respetar el vacío del patio central.  De esta manera, el edificio empezó a trabajar de manera más fluida. 

A la vez se construyeron dos niveles más de oficinas para que cada área comience a tener su propio espacio, finalizando así la volumetría definitiva de la sede. 

Una vez solucionado el problema funcional y pudiendo mudar a los sectores a las nuevas oficinas, se procedió a la remodelación (y reorganización) de las oficinas existentes, la construcción de un nuevo comedor y dos amplias salas de reuniones. 

La idea rectora buscó conservar el aspecto histórico que tanto caracteriza a la sede y, al mismo tiempo, dotarla de nueva tecnología, lo que permitió generar y dividir áreas con sus distintos requerimientos específicos.  

También se incorporó la posibilidad de flexibilizar y unir áreas, para garantizar la adecuación a las distintas situaciones a las que se enfrenta una institución como la Cruz Roja. 

De esta manera, conseguimos que el edificio trabaje como un todo en su conjunto. 

Por último, removimos el techo para generar una cálida terraza verde, convertida en sector de esparcimiento de los usuarios. A su vez, esta remodelación permite una importante entrada de luz natural, a través de un vitraux, a la sala central de doble altura en la planta baja del edificio. 

Escuela de Enfermería

El acotado periodo vacacional de verano sirvió para realizar las obras de remodelación integral de la planta baja y el primer piso del Colegio de la Cruz Roja. 

Tomando en cuenta que, a mediados y finales de dicho periodo se toman exámenes, se puede advertir claramente el reducido espacio de tiempo disponible para trabajar. Las obras abarcaron modificaciones a nivel estructural y de las instalaciones sanitarias, eléctrica, y de climatización, así como también algunas reparaciones de impermeabilizaciones por filtraciones. 

Además, el proyecto mejoró el acceso desde la planta baja con la construcción de una nueva escalera principal que favorece a una mejor y más lógica distribución de las aulas y oficinas administrativas. 

Como complemento, se hizo una reorganización de las currículas para aprovechar las diferencias de capacidades y equipamientos en las aulas. Y también se unificó y ordenó la señalética en todos los espacios, ya que las distintas etapas de transformación “por partes” del edificio, habían originado una pérdida de identidad conceptual y estética. 

Depósito

El depósito de documentación, donaciones y sobrantes de campañas de la Cruz Roja, funcionaba en un amplio espacio de planta baja, en medio de la manzana. Sin ningún tipo de orden y con mucho material deteriorado por las filtraciones e intrusiones, el operativo de puesta en valor comenzó con un arduo trabajo de selección de materiales y traslado por etapas a otros sectores del predio, para avanzar con la obra sin tener movilizaciones a grandes distancias. 

Una vez terminada esa primera etapa tan importante, se niveló el piso con un pavimento de hormigón y se recompuso una dársena de descarga con rampa en la zona del acceso, de forma que el acopio pueda realizarse hasta el fondo del lote con vehículos, algo que se hacía exclusivamente a mano. Para garantizar el orden se subdividió el espacio en distintos sectores de diversos tamaños que, a la vez, fueron rackeados para organizar y facilitar el acopio. 

El resultado fue la revalorización de un amplio lugar que al día de hoy permite guardar e inventariar, tanto documentación como provisiones de forma segura y ordenada, sin descuidar la protección de la flota vehicular que la Cruz Roja posee para los distintos operativos.